domingo, 2 de septiembre de 2012

II Romance.


Finjamos que soy feliz,
triste Pensamiento, un rato.

Quizá podreís persuadirme...
Aunque yo sé lo contrario
que pues sólo en la aprehensión
dicen que estriban los daños,
si os imaginaís dichoso,
no sereís tan desdichado.

Sírvame el entendimiento
alguna vez de descanso,
y no siempre esté el ingenio 
con el provecho encontrado (...)

Si es mío mi entendimiento,
¿por qué siempre he de encontrarlo 
tan torpe para el alivio,
tan agudo para el daño?(...)
No es saber, saber hacer
discursos sutiles, vamos;
que el saber consiste sólo en elegir los más sano.

¡Que feliz es la ignorancia!
del que, ¡doctamente  sabio,
halla de lo que padece
en lo que ignora, sagrado!



Sor Juana de la Cruz

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