Te doy mi promesa, te doy mi vida
No sabrás si sano o si olvido
Solo querrás sentir en tus manos el poder
Si lucho o me marcho,
No puedo apostar, no tengo nada que perder
No soy digna de tal dicha
tan impropia de tu amor
no merezco siquiera
tu dolor.
Ya no hablo y no me sientes
Te acompaño en los caminos
Y me dejas atrás
Si regreso a tu lado,
Ya no te importará.
Sostengo tu mano
Limpiando tus heridas,
Si no te dan dolor, permites mi pasión
Si vuelven a abrir, me dices adiós.